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Gran éxito el cosechado por el I Torneo ATADES – 24 horas de pádel solidario. Superación, deporte, buen ambiente, risas, cansancio y mucho, mucho pádel, fueron las notas dominantes de una gran jornada solidaria en las instalaciones de Pádel Plaza Indoor.

24 horas de frenesí. De actividad. De deporte. De pádel. Ese sería el mejor resumen de un día, en toda su extensión, que marca un antes y un después en el pádel aragonés. Las primeras 24 horas de la ciudad de Zaragoza han servido para que la Federación Aragonesa de Pádel, ATADES Y ASPADO (la asociación Pádel para Todos) comiencen una nueva etapa que debe concluir con la implantación en nuestra Comunidad de escuelas de pádel adaptado e inclusivo a medio y largo plazo.

El campeonato solidario comenzó a las 10:00 del sábado 4 de mayo, con la disputa de la fase de grupos, formato implantado por la organización para garantizar a todos los jugadores un mínimo de tres partidos, y finalizo sobrepasadas las 12:00 del domingo 5 de mayo.

El objetivo, disfrutar del deporte, del buen ambiente y poner un granito de arena en la importante labor que ATADES lleva a cabo durante todo el año en nuestra región. Así, el compañerismo y la cordialidad fueron las notas dominantes entre los 126 participantes, que disputaron más de 115 partidos en 24 horas.

Entre ellos, cuatro jugadores de ASPADO, con deficiencia intelectual, dieron al mismo tiempo un espectáculo y una lección al resto de participantes y al público asistente. Al final, los ganadores sobre la pista, aunque fuera lo de menos, fueron Javier Fernández y Hugo González en categoría masculina, Mónica Martínez y Susana Lafarga en femenino y Miguel Ángel Herranz y Marta Sainz en mixtos.

Sin embargo, los verdaderos vencedores fueron ASPADO y ATADES, las dos organizaciones que, junto a la Federación y a Pádel Plaza, demostraron que el pádel aragonés sabe responder a la llamada de la necesidad y de la solidaridad.  Que el deporte no son ruedas de prensa, ni focos, ni salarios millonarios. Son ganas de entrenar, ambición y perseverancia. Ampollas en las manos y ropa sucia. Superar la pereza o las agujetas para entrenar un día más. Circunstancias todas ellas que seguro que conocen los jugadores de ASPADO y sus entrenadores, que asombraron a todos con su exhibición, en la que una lección vital quedó bien clara: el límite de cualquier persona está tan lejos como ella misma se lo ponga.

Ellos se llevaron la merecida admiración del público, de la organización y de los participantes, y dejaron claro el objetivo a fijar. Su próximo reto: que estas 24 horas hayan servido como pistoletazo  de salida para desarrollar el pádel adaptado en Aragón.